miércoles, 1 de julio de 2009

No, Jorge Salinas

Salivita
Ricardo Salazar
No, Jorge Salinas, como ciudadano, no disculpo a tu partido (Acción Nacional) por el mal gobierno que nos ha propinado en los últimos años, tanto en administraciones municipales como estatales y no se diga en el Congreso. No disculpo que hayan mejorado, superado e institucionalizado las prácticas de corrupción que tanto le criticaron al PRI (inspección y Vigilancia, Vialidad y policías son sólo botones de muestra). No disculpo el uso de programas sociales para aleccionar a los votantes. No disculpo la imposición de su moral como una verdad universal. No disculpo que hagan ley sus creencias religiosas. No disculpo que solapen a líderes sindicales corruptos y los vuelvan intocables por el voto corporativo que representan. No disculpo que una camarilla de amigos se haya vuelto una agencia de colocaciones y pago de favores. No disculpo que haya gente incapaz despachando como especialista cuando no tienen ni puta idea de lo que están haciendo, pero como son cuates o prestaron la troca en la campaña, ahora los tenemos enquistados. No disculpo que cualquier asomo de crítica sea tomada como algo personal por los panistas incapaces de verse siquiera la borrita en el ombligo como un defecto –son tan perfectos, no se equivocan nunca en nada–. No disculpo que tengan las manos metidas en el terrorífico sistema de transporte público en el que con prestanombres hacen su agosto. No disculpo que hoy haya antros abiertos las horas que deseen sólo porque son de algún panista influyente, mientras que a otros no se les permite cerrar ni cinco minutos después de lo que dicen sus permisos, a menos que den mordida. No disculpo que usen su poder para invadir espacios culturales con vendimias. No disculpo que parientes de regidores manden golpear a líderes de movimientos sociales y queden impunes. No disculpo que siempre que hacen obras sube el precio y nunca se entreguen a tiempo. No disculpo que den donativos millonarios a empresas con las que buscan quedar bien para luego salir en la tele. No disculpo a tu padrino político que ordenó golpear y torturar a inocentes detenidos luego de una manifestación. No disculpo que ante recomendaciones de organismos de Derechos Humanos él optara por hacer oídos sordos y erigirse como el héroe de la película, papá. No disculpo que la impartición de justicia sea un asunto sólo de ricos. No disculpo que le mienten la madre al pueblo. No disculpo que en quince años que llevan en el poder hayan sido incapaces de hacer algo para sanear las aguas del río Santiago. Por éstas y muchas otras razones es que no acepto tus disculpas por los errores del Partido Acción Nacional.

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