miércoles, 10 de junio de 2009

"Fariseos" Carlos Martínez Macías

Acentos
Mario Moreno Cantinflas era un invitado casi cotidiano en las elecciones en México hasta antes de su muerte.

Simpático, carismático, talentoso y querido por la gente, encarnaba casi todos los atributos con que soñaría cualquier candidato a un puesto de elección popular. Sin embargo, el polémico Cantinflas nunca fue oficialmente registrado para tales fines. Todo lo contrario.

Votar por el famoso mimo mexicano fue por muchos años una forma de protestar contra los malos gobiernos de años pasados y tal vez el primer ejercicio ciudadano para anular el voto como la ola que hoy está levantándose en el país.

El emitir un sufragio es un derecho de los mexicanos y una obligación cívica, pero nunca podrá ser castigado el ciudadano que decida no acudir a las urnas o prefiera hacerlo y anular su voto o dejar la boleta en blanco.

Estoy convencido que el movimiento para anular el voto es un tipo de “abstencionismo activo” que favorecerá antes que nada a las principales fuerzas políticas, entiéndase PAN, PRI y PRD según sea el caso en la entidad que se vea, aunque no tengo elementos para sostener que sea una estrategia planeada para favorecer a tal o cual partido.

Las organizaciones no gubernamentales que promueven el voto en blanco o anular el sufragio el día de la elección, están en su derecho de hacerlo y las razones que esgrimen son contundentes.

Efectivamente estamos hartos de una clase política insensible y con privilegios de ensueño con el dinero público que ha vivido a nuestras costillas.

Pero donde no estoy de acuerdo es con algunos promotores del voto nulo que en el pasado ostentaron cargos públicos o vivieron del presupuesto y hoy desde la banca se visten de ropajes democráticos y le hacen gestos al sufragio que ya le costó a México una revolución.

Entre ellos están el ex secretario de Gobernación Esteban Moctezuma, rescatado por una televisora; un ex alcalde panista de Puebla y primo de Felipe Calderón que colaboró con él en la campaña; la ex alcaldesa panista de Mérida Ana Rosa Payán; ex funcionarios del gobierno de Fox incluido el ex vocero Rubén Aguilar y por si fuera poco se suma a la lista Dulce María Sauri Riancho, ex diputada, ex senadora, ex gobernadora de Yucatán y ex dirigente nacional del PRI.

De los que mencioné sólo disculparía a Rubén Aguilar, el ex vocero de la presidencia, porque cualquiera que haya trabajado con Vicente Fox tiene derecho a arrepentirse.

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