miércoles, 10 de junio de 2009

Ya extrañábamos esas promesas

Gregorio González Cabral
Periodista

Ya extrañábamos las promesas históricas de los políticos en cada campaña del Área Metropolitana de Guadalajara. Hasta ahora andaban de poquiteros.
Puras chafadas. Promesas repetidas, pero pequeñas, como de simplificar los trámites, controlar a los policías, no aumentarse los sueldos. Faltaban las gruesas. No son las de diario, son «las históricas».
Me dicen que ayer -no sé si antes o después del antidoping que ya debe ser de cajón entre políticos-, apareció la gran promesa histórica: ¡Construiremos el macrolibramiento de la carretera de Chapala a la de Ameca! ¡Olé!

Ya se extrañaba. Ya se extrañaba. Esa ya es casi como la del «sufragio efectivo»: de cajón, en cada campaña. Hasta podían atribuírsela a Panchito Madero, «Apóstol del Libramiento Carretero».
Ya está. ¿Quién lo dijo ahora? El que sea. De todos modos no lo van a hacer. Da lo mismo. Esa promesa ya es de dominio público.
Pero como que una campaña política no sería campaña política sin esas palabras entrañables: «Construiremos el gran libramiento carretero, para que los camiones, tan camiones, ya no invadan nuestro Periférico».
Ah, porque luego viene la otra promesa histórica: ¡Concluiremos por fin, el Periférico que no es periférico! ¡Olé! Esos son muletazos de vuelta entera.

¿Qué otra nos falta? Las del tren eléctrico: «¡Haremos sin falta la línea del tren eléctrico de Tonalá a donde sea!». Y fíjense que esa, aparte de fácil, hasta resultó urgente.
Fácil porque pudieron hacer una de Palacio Municipal de Tonalá a la cárcel de Puente Grande; digo para que los regidores pudieran ir a sesionar sin problema «y bajo tierra», cada día de visita. Todos hubiéramos entendido.
Ni falta hubiera hecho que pasaran la línea por rancho de Palemón o por terrenos de Jorge, ni se iba a ver. Pero ni eso cumplieron. Ahí la única línea fue la de Vizcarra. ¡Uf!

¿Cuál otra promesa de campaña extrañamos? ¿La de la «honestidad»? No, esa ya no. Sería demasiado cinismo. ¿La del empleo? ¡¿Qué traen?! ¡Eso ya es guerra sucia! ¡No mienten la soga en casa del ahorcado!
¿La de la seguridad? Esa sí, pero planteada en tiempo y forma: «Pueden ustedes tener la seguridad de que la inseguridad se habrá de incrementar, pero por causas externas, globales: de todas formas, les prometemos una inseguridad muy chida». ¡Aplausos!

Escriban a: gregorio.g.cabral@gmail.com

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